Ahora vamos a estudiar la técnica para hacer los famosos ?pies de gato?. En un primer momento, lo ideal sería tumbar al perro de lado. Toma la pata y con la tijera recta, elimina todo el pelo superfluo por debajo del pie (la V de la almohadilla mayor y el resto de pelo superfluo) sin tocar el contorno del pie. A continuación, toma la pata en la mano, a la altura del codo, cogiendo bien todo el pelo, y desliza la mano hasta que quede a ras de las almohadillas, colocando el índice de forma que describa la forma del contorno del pie. Ahora corta todo el pelo que sobrepase el contorno del pie. Hazlo por etapas, así evitarás cortar demasiado pelo de una vez. Continúa cortando alrededor del pie, así como el pelo que se encuentra detrás de las almohadillas, sin tocar los flecos.
A continuación, toma la pata en la mano mirando hacia ti y, ayudándote del pulgar, empuja para que salga la uña y corta alrededor de ella, en perpendicular al pie, con las tijeras bien rectas.
Repite esta acción con todas las uñas de cada pie.
Vuelve a colocar al perro de frente, bien apoyado sobre las patas (¡nunca sentado!) y, siempre con las tijeras de hojas rectas, corta el pelo de delante apoyándote sobre las uñas y termina el redondeo. Mantén siempre las tijeras rectas, bien paralelas a la parte delantera del pie, nunca inclinadas ni pegadas al pelo. Haz los retoques poco a poco, antes de cortar bien recto, para luego descender suavemente para retomar la parte trasera de la pata y los flecos, recordando siempre que queremos redondear el corte. Si el pelo del pie es demasiado espeso, utiliza las tijeras de esculpir paralelamente en el pie, buscando la espesura del interior del pie y cortando hacia el exterior, poco a poco y en círculos hasta obtener el resultado deseado.