Vamos a comenzar por limpiar bien con la esquiladora eléctrica el interior de la oreja, el tercio más pegado al pabellón auditivo. Más que una opción estética, se trata sobre todo de una cuestión de higiene, ya que un exceso de pelo en la entrada del conducto auditivo favorece la maceración y puede ser la causa del desarrollo de enfermedades. También podría facilitar que se clavaran espigas.
El exterior de la oreja se puede hacer en su mayor parte a mano. Haz stripping en el tercio superior de la oreja. La oreja debe quedar lo más plana posible para afinar lo máximo posible el pliegue de la oreja, que debe «deslizarse». Utiliza las tijeras de esculpir para los acabados. Para ello, coloca la oreja plana en la mano y, con las hojas hacia arriba, comienza a darle forma. No lo hagas de una sola vez, sino en varios tijeretazos, cada uno de ellos seguidos por un golpe de cepillo.